CRUZ ROJA. POR UN MUNDO MEJOR.

Hace apenas unos días la fundación Bancaja hizo un llamamiento a todos aquellos jóvenes interesados por la labor social y humanitaria invitándolos a formar parte de dicha fundación como voluntarios.

Son muchas las fundaciones que actualmente buscan voluntarios entre la población española más joven para contribuir de forma altruista a la mejora de las condiciones de vida de la sociedad en nuestro país.
En un contexto social, político, cultural y económico en el que la crisis parece ser el único resquebrajo de la administración española, asociaciones y fundaciones como Bancaja o Cruz Roja ahondan en los problemas cuya existencia es ignorada por la mayoría de españoles.
Todos conocemos la devastadora crisis que a nivel económico y, ya puestos, también a nivel cultural y político, ha afectado a la calidad de vida de la inmensa mayoría de los españoles, pero somos muy pocos los que conocemos a fondo y de primera mano las precarias condiciones de los bosques, de la flora y la fauna española, la incapacidad física y psíquica de muchos de nuestros mayores y el abandono que sus condiciones de vida conllevan. Pocos tienen una noción aproximada de la innumerable cantidad de niños que todavía no gozan en este país de la posibilidad de recibir una educación.

Estos son algunos problemas internos que organizaciones como Cruz Roja trata de erradicar, armándose contra un mar de adversidades, y desde Cruz Roja Española se está llevando a cabo una tarea humanitaria y social completamente altruista (en el caso de nuestra localidad), organizada y competente para poner fin o, al menos, remedio provisional, a problemas como la desnutrición, las enfermedades contagiosas provocadas por virus como el VIH, la deforestación, la sequía, la contaminación, el abandono físico y mental de nuestros mayores, la pobreza extrema y muchos otros problemas propios más bien de la España de posguerra.

Si a simple vista, Cruz Roja parece una organización cuya única finalidad es patrullar en preventivos durante las fiestas locales o mostrar orgullosamente su logística, nada se aleja mas de la realidad.
La finalidad de los voluntarios comprende ayudar a proteger y conservar nuestro entorno para que las generaciones futuras crezcan en un medio ambiente más limpio y saludable; aliviar el sentimiento de soledad a las personas mayores a las que visitamos, asistimos, cuidamos y ayudamos contribuyendo a que estas se sientan cada vez mejor, participar en la educación de niños y jóvenes con el fin de que estos adquieran unos valores sólidos, asegurar la integración de personas extranjeras en nuestro país enseñándoles la lengua materna si la ocasión lo requiere, auxiliar a todo aquel accidentado independientemente de las magnitudes de sus daños o de si estos son físicos o psíquicos y muchas tareas más, y en definitiva, velar por la seguridad de la población, con la dura y constante disciplina y formación en primeros auxilios que ello requiere, todo ello sin ningún tipo de compensación económica o remuneración.

Es un trabajo muy duro y a la vez sacrificado, pero aun así, ser voluntario es una de las experiencias más enriquecedoras que un joven puede vivir, que le abre los ojos al mundo real y le hace convivir con esa realidad tan ignorada por la mayoría, saliendo de su zona de confort y enfrentándose a las magnitudes de la realidad social.

CONVIVIR CON LOS QUE NO TIENEN NADA, SABER QUE APORTAS TU GRANITO DE ARENA DANDO ALIMENTO A QUIENES CARECEN DE ÉL, ASISTIENDO A HERIDOS O ENFERMOS Y CONTRIBUYENDO A MEJORAR EL MUNDO ES ALGO QUE NO SE CAMBIA POR NADA.

Por: Cristina dlc.   ¡SEGUIMOS!